...pequeños ángeles sin alas...
¿Saben que los niños son ángeles sin alas que nos manda el cielo para ser más buenos?
Son los que nos marcan donde está el camino, donde está lo bello de nuestro destino.
Cuando ríe un niño el sol aparece y todo se aclara, el mundo florece y se enciende la vida, se encuentra el camino y nos damos cuenta que seguimos vivos.
Los niños del mundo hoy sufren por hambre, por frío, por miedo, por falta de techo.
Y llora la tierra, también llora el cielo cada vez que un niño se queda en silencio.
Los niños no mueren, se nos van al cielo, quedan en el alma y se ponen alas y vuelan muy cerca.
Los niños no mueren, se van por un tiempo a contar estrellas y nacen de nuevo en otro pequeño.
No te vayas nunca, quedate conmigo, que te necesito...