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…la foto lo dice todo…
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Me encanta mi trabajo. Mucha gente piensa que tampoco es algo del otro mundo, vamos que hay trabajos mejores. Para mi no. Para mi este es el mejor trabajo. Y os voy a contar por qué.
Cuando entro en la guardería, es como entrar en otro mundo. No hace falta que digas nada, solo con mirar a los niños a la cara basta, te regalan una sonrisa, o un “hola”, o un estornudo (jijiji). Es maravilloso. Para ellos una canción sobre un patito que se va a nadar es lo mejor del día, o que bailes con ellos mientras te inventas una canción sobre el cuerpo que no rima, o simplemente que les des cualquier muestra de cariño por pequeña que sea, para ellos es algo grande.
Los niños que yo tengo en clase tienen 12 meses, y son verdaderos exploradores. Están descubriendo todo. Enseñarles un cuento que salen animales es oír un “oh” detrás de otro, o un libro que salgan partes del cuerpo y verles la cara sonriente cuando descubren que ellos también tienen dos manos o dos pies o dos ojos. Esa cara que ponen, ese “oh”, esa sonrisa, es una sensación que no puedo explicar.
Hay veces que me hacen reír a carcajadas, o contarles un cuento y ver la carita que ponen como si contaras la verdad más grande del mundo, para ellos es algo maravilloso. Pero sobre todo es maravilloso para mi. Al principio lloran mucho, porque es algo nuevo para ellos, los dejan allí y sus padres se van y esa separación, aunque parezca mentira es muy dura para los niños. Pero después ves que no lloran y echan los brazos hacia a ti y les dicen adiós a sus mamás, te das cuenta que para ellos eres algo importante, eres algo que está entre ellos y la vida, y que les ayudas y les guías para que se hagan personas, les educas y sobre todo, les haces reír.
De repente siento que algo me tira del mandilón, y sé que es Enol, y miro hacia abajo y veo su carita sonriendo con esos cuatro dientes. O escucho un golpe y antes de mirar sé que es Noega que ya se estrelló en algún sitio, y viene y le das un beso donde se hizo daño y eso le cura. También escucho un “brbrbrbr” y sé que es Victoria subida en un coche.
La verdad que también me doy cuenta que cuando se marchen de la guardería enseguida te olvidan, pero gracias a mi saben decir muchas cosas, y que han aprendido que tienen dos brazos y dos piernas, o simplemente que les he hecho reír. Y eso es lo que me importa, que aunque ellos no lo recuerden les he marcado, y esa marca no la ven, porque está dentro, en el corazón, les he querido y me han querido, y eso es lo que me llena.
Espero que ahora, ya entendáis porque me encanta mi trabajo, y aunque he intentado explicar lo que siento es muy difícil que lo comprendáis porque es un sentimiento tan maravilloso…
Un saludito a todos
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Frase de hoy:
…El MeJoR rEgAlO eS sAbEr DiSfRuTaR dE lO QuE hAcEs CaDa DiA…
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…la foto lo dice todo…
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Me encanta mi trabajo. Mucha gente piensa que tampoco es algo del otro mundo, vamos que hay trabajos mejores. Para mi no. Para mi este es el mejor trabajo. Y os voy a contar por qué.
Cuando entro en la guardería, es como entrar en otro mundo. No hace falta que digas nada, solo con mirar a los niños a la cara basta, te regalan una sonrisa, o un “hola”, o un estornudo (jijiji). Es maravilloso. Para ellos una canción sobre un patito que se va a nadar es lo mejor del día, o que bailes con ellos mientras te inventas una canción sobre el cuerpo que no rima, o simplemente que les des cualquier muestra de cariño por pequeña que sea, para ellos es algo grande.
Los niños que yo tengo en clase tienen 12 meses, y son verdaderos exploradores. Están descubriendo todo. Enseñarles un cuento que salen animales es oír un “oh” detrás de otro, o un libro que salgan partes del cuerpo y verles la cara sonriente cuando descubren que ellos también tienen dos manos o dos pies o dos ojos. Esa cara que ponen, ese “oh”, esa sonrisa, es una sensación que no puedo explicar.
Hay veces que me hacen reír a carcajadas, o contarles un cuento y ver la carita que ponen como si contaras la verdad más grande del mundo, para ellos es algo maravilloso. Pero sobre todo es maravilloso para mi. Al principio lloran mucho, porque es algo nuevo para ellos, los dejan allí y sus padres se van y esa separación, aunque parezca mentira es muy dura para los niños. Pero después ves que no lloran y echan los brazos hacia a ti y les dicen adiós a sus mamás, te das cuenta que para ellos eres algo importante, eres algo que está entre ellos y la vida, y que les ayudas y les guías para que se hagan personas, les educas y sobre todo, les haces reír.
De repente siento que algo me tira del mandilón, y sé que es Enol, y miro hacia abajo y veo su carita sonriendo con esos cuatro dientes. O escucho un golpe y antes de mirar sé que es Noega que ya se estrelló en algún sitio, y viene y le das un beso donde se hizo daño y eso le cura. También escucho un “brbrbrbr” y sé que es Victoria subida en un coche.
La verdad que también me doy cuenta que cuando se marchen de la guardería enseguida te olvidan, pero gracias a mi saben decir muchas cosas, y que han aprendido que tienen dos brazos y dos piernas, o simplemente que les he hecho reír. Y eso es lo que me importa, que aunque ellos no lo recuerden les he marcado, y esa marca no la ven, porque está dentro, en el corazón, les he querido y me han querido, y eso es lo que me llena.
Espero que ahora, ya entendáis porque me encanta mi trabajo, y aunque he intentado explicar lo que siento es muy difícil que lo comprendáis porque es un sentimiento tan maravilloso…
Un saludito a todos
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Frase de hoy:
…El MeJoR rEgAlO eS sAbEr DiSfRuTaR dE lO QuE hAcEs CaDa DiA…
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